Resguardado bajo los tres palos de Atlético, Cristian Lucchetti desembuchó todo. Ese paso en falso que dio en La Ribera le valieron más de una crítica (mucho más cuando luego descendió con Banfield) y a pesar de que su pasado en Boca quedó atrás, el 1 "decano" ayer tuvo mucho para decir, y recordar... Desde Tucumán le apuntó a todos.
"Boca tiene un día a día desgastante. Eso te demanda mucho. Eso está clarito para mí, porque lo viví desde adentro. Acá no hay ninguna duda. Para jugar ahí tener que ir al psicólogo tres veces por semana", dijo en declaraciones a Deportivo Télam.
Fue duro "Laucha" que luego de generalizar se metió de lleno nada menos que con el ídolo. "(Juan Román) Riquelme fue quien echó a Julio Falcioni de Boca. Eso lo sabe todo el mundo, pero nadie lo dice, porque si te enfrentás con Román, vas para afuera", dijo.
"Con Riquelme nadie se puede enfrentar. Como será que un tesorero (el actual presidente, Daniel Angelici) se opuso cuando querían renovarle el contrato a Román por cuatro años y al final se lo tuvo que fumar...", recordó.
Los dardos de Lucchetti siguieron apuntando al 10 cuando dijo que el enfrentamiento con Martín Palermo fue muy cierto. "Y eso también lo saben todos", sostuvo.
El arquero la pasó mal en La Ribera y no se molestó en decirlo. "A los seis meses de estar, ya me quería ir", confesó. "No disfruté para nada mi paso por Boca. Y aunque dice que es feliz y que juega en el patio de su casa, Riquelme tampoco la pasa bien, aunque públicamente diga otra cosa. Porque la realidad es muy diferente", volvió a disparar "Laucha". Walter Erviti, que se fue mal del "xeneize", también cayó en la bolsa. "Cuando estaba por ir a Boca me preguntó cómo era la cosa y yo se lo expliqué. Él me dijo que quería terminar su carrera en el club, y entonces le advertí que en seis meses iba a pensar lo contrario. Ahora lo hablamos, se ríe y me da la razón", reveló Lucchetti.
Sus palabras cayeron como bombas en los hinchas y la bronca se hizo notar mucho más en las redes sociales. Igual, el 1 no se arrepintió. "Acá no estoy diciendo nada que nadie sepa". ¡Durísimo!